La carrera empezó hace 5 meses, cuando hicimos la inscripción. Muchas horas de entreno, muchos kilómetros, vigilando la alimentación, lesiones, etc. Tu vida cambia cuando afrontas un reto así.
La semana anterior pendiente del tiempo y de mi cuerpo, con molestias en la zona lumbar y sobrecarga muscular. Al final llega el día 27, sábado, y la peor de las previsiones, "lluvias a saco", se cumple.
Antes de empezar la carrera ya estábamos empapados, más de media hora bajo la lluvia fue el anticipo. Comienza la carrera, vamos juntos Javi, Manel y yo, tranquilos, sabiendo que nos quedan muchos kms. por delante y hay que dosificar energía; lloviendo sin parar… los primeros kilómetros ya los conocéis, tapones, parones, frío. Llegamos al primer avituallamiento y los corredores de la media se separan de nosotros, además entramos en una pista ancha y empezamos a correr a buen ritmo hasta llegar a Vallgrassa y a nuestra conocida "riera" tanta veces recorrida, aunque en el sentido opuesto (los famosos Castelldefels-Sitges), ahí tenemos un subidón y empezamos a avanzar rápidamente adelantando corredores. La subida a la Morella, con bromas y buen rollo, conocemos muy bien por dónde estamos corriendo, es como estar en casa. Nos separamos de la maratón en la cruz, ahora toca bajar, una bajada técnica, muy peligrosa por la piedra resbaladiza, los charcos y el barro. Llamamos a Pablo que nos está esperando abajo, en el Purgatorio (en 20 minutos estamos allí!!!). Seguimos bajando, un largo pero bonito descenso nos lleva al campo de tiro, para después seguir bajando el Purgatorio. Pablo y Alex nos esperan, comenzamos a subir dirección Begues por la vía romana, risas y muy buen ambiente que se nos corta de golpe cuando nos damos cuenta que nos quedan 35 min para las 4 horas (hora límite para llegar a Begues); Pablo y Alex nos hacen de liebres, aumentamos el ritmo y como si de un sprint se tratara vamos a tope hasta llegar a Begues. ¿Pagaríamos después ese desgaste?
Para de llover (¡aleluya!!). Begues, avituallamiento km 31. Nos cambiamos de ropa, comemos algo, y Javi que lleva la rodilla inflamada toma una siempre difícil decisión, que es abandonar. Quedan 48 kilómetros, demasiados para una lesión así.
Continuamos Manel y yo, salimos de Begues para empezar a subir el Montau (máxima altitud del Garraf) y aquí empiezan a adelantarnos los primeros clasificados de la Ultra, unos auténticos "máquinas". Subida dura pero bonita, niebla en lo alto, y comenzamos la bajada, empinada y con piedras sueltas, con mucho cuidado llegamos a Olesa. Avituallamiento y tenemos una buena noticia, la organización ha decidido cortar 9 km porque el tramo es impracticable (pienso para mí “¡cómo estará!!!", después de lo que hemos pasado). Ahora veo más claro que SÍ vamos a llegar. Comienza otra subida y antes de llegar arriba empiezo a notar molestias en la rodilla derecha, así que en la bajada voy con precaución, una bajada bonita que nos lleva a cruzar la nacional y nos devuelve al parque natural camino de Sitges. Soy conservador, no en fuerza, sino en dolor, la rodilla cada vez duele más, tenemos que andar, así que aprovechamos también para recuperar, que hay unas últimas subidas. Llega la noche, frontales encendidos y comienza a llover de nuevo, lluvia fina que no molesta pero continua, vamos, vamos ...!!! Llegamos al último avituallamiento, “¡Sólo quedan 10 kilómetros!!”. Contentos y muy animados salimos, pero en el último momento un hombre de la organización nos para y nos dice que sobre todo no vayamos por la izquierda, nosotros haciendo caso nos ponemos a la derecha de una carretera y seguimos "Sólo quedan 10 kilómetros, lo voy a dar todo!!!", el dolor lo aguanto por la emoción, trotamos, “Vamos muy bien" vamos diciendo. Pero cuando llevamos 9 km nos damos cuenta de que no vamos bien. Llamamos a la organización y efectivamente hemos cogido un camino EQUIVOCADO. Nos recogen en coche y nos vuelven a llevar al avituallamiento para hacerlo. El camino y la señal es a la izquierda, nos da mucha rabia y en mi caso me hunde psicológicamente. Hay que hacer 10 kilómetros más, mi rodilla esta fría y el dolor es muy fuerte e intenso. Además llueve cada vez más, empieza en bajada y la roca es muy resbaladiza, el cuadro no puede ser peor. Entro en una concentración interna, en pensamientos positivos, intentando que la montaña me de esa fuerza que no tengo, realmente no tengo muchos recuerdos de esos km, mi "pájara" es monumental. Una de las cosas que recuerdo es ver a Manel, muy fuerte, un autentico titán, tiene que parar constantemente a esperarme, para darme ánimos… y al final la visión esperada, Sitges al fondo de la última bajada. Mucha alegría en la llegada, además oigo voces de ánimo, están Pablo, Javi , Lluïsa (mujer de Manel) con su hija animando en nuestra llegada bajo la lluvia.
La sensación es entre genial y exhausto, ¡¡lo hemos conseguido!!!!
La sensación es entre genial y exhausto, ¡¡lo hemos conseguido!!!!
Han pasado varios días, y pensando ahora en lo que hicimos me doy cuenta de lo que conseguimos. En aquel momento no fui muy consciente, llevaba un "globazo".
Quiero agradecer a todos los runners del COR por el apoyo antes y después de la carrera. A Pablo y Alex por hacer unos kms. con nosotros bajo la lluvia y hacernos de liebre tirando de nosotros hasta Begues. En el recibimiento de Sitges: Pablo, Javi, Lluïsa. A Manel por esperarme, fue un compañero ideal por su experiencia y por cenar conmigo en el infierno. A Javi, porque si pensábamos en llegar también lo hacíamos por él (Javi corrió con nosotros toda la carrera), es un crack, lástima tu rodilla no te dejó, habrá muchas más .
La experiencia de la Long trail es de aquellas que siempre quedará en el recuerdo, grabada en la memoria…
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