"pel cor es coneix la veritat, en el cor reposa la veritat"

"pel cor es coneix la veritat, al cor reposa la veritat"
... diu Raimon Panikkar al proleg dels Upanisads
(Escrits del coneixement sagrat de l'Índia)

domingo, 24 de abril de 2016

MILLA DE LA SAGRADA FAMILIA 2016

La decisión de correr una milla no es frecuente. Ni trivial. En un entorno que nos lleva a distancias más largas, a duatlones y triatlones, proponerse correr 1.609 metros parece cosa de locos. Desde luego, es algo diferente. De hecho, es lo contrario a lo que suelen ser nuestras metas, nuestros sueños. Así que era algo que tenía que llegar tarde o temprano.

Mi primer intento fue la Milla d’Horta en julio de 2014, pero era una milla con unas cuestas tremendas en las que no conseguí llevar ritmo en casi ningún momento. Me faltaba una milla de las de verdad, de las rápidas. Y puestos a escoger, no quedaba otra que ir a la más clásica de las clásicas: la Milla de la Sagrada Familia.

Cuando ves en el calendario que la Milla es justo una semana (en puridad, seis días) antes que la MTBCN, te planteas seriamente si vale la pena correrla, si es un riesgo innecesario, un capricho que puede poner en peligro más de un mes de preparación para los 42 kms de montaña de la MTBCN. Pero el cuerpo me lo pedía, y me quedo con el hecho de que he salido “vivo y coleando”, y dispuesto a enfrentarme a más de cinco horas de Garraf en estado puro el próximo sábado.

Pero como un loco se lo pasa mejor en compañía, tuve la suerte de que Edu se apuntara conmigo. Hacía bastante que no corríamos juntos (desde Sevilla?), así que eso le añadía más emoción y alegría a la carrera. La primeras risas, a las 8:00. Habíamos quedado para bajar juntos a Barcelona, y nada más vernos, zas!!! las mismas zapas!!!!!. Y lo más meritorio, hace uno o dos años que no se fabrican!!!! Sí, son unas k-Swisss que van de lujo, y que entre que llevábamos la misma camiseta (la de tirantes del COR, aunque a uno le queda mejor que al otro… y ahí lo dejo), el mismo peinado (o casi) y las mismas bambas, parecíamos auténticos profesionales (luego se vio que no tanto). 



Si algo se nos da bien es echarle humor a las carreras, así que hicimos lo que toca antes de una carrera: un café y “fer petar la xerrada”,,,





Bueno, en realidad lo que tocaba era calentar, en paralelo a los atletas que iban terminando la primera carrera de la mañana, las 5 millas, la primera de las 14 carreras que se han celebrado esta mañana alrededor de la Sagrada Familia, culminando con el Trofeu Internacional Ciutat de Barcelona que han ganado Carlos Alonso y Solange Pereira con unos tiempos de 4:15 y 4:42 respectivamente. En total, durante la mañana corrieron casi 1.400 atletas desde benjamines hasta veteranos (entre los que me incluyo), y en todas las categorías masculinas a partir de infantil, el ganador no subió de 5:00...  vaya nivel!!!

Nos pusimos a calentar algo tarde entre unas cosas y otras, apenas 20 minutos entre calentamiento y rectas, una foto rápida (aquí va) y a la salida!!!



No éramos muchos en la salida, entre 100 y 150. En una carrera tan corta y rápida es importante ir por la cuerda todo el rato, por lo que decidimos ponernos en la parte derecha de la calle, aunque no podíamos ponernos arriba del todo. Con el disparo de salida salimos como cohetes, Edu va delante. La idea era que cada uno hiciera lo que pudiera, más o menos. Pero consigo mantener una distancia mínima con él (tres o cuatro metros) y acomodo el ritmo. En la subida (que se hace dos veces) tiramos Edu y yo de técnica (o de kilometraje de montaña) y empezamos a adelantar gente, y en la recta de Provença aún más. En la bajada recupero dos o tres metros que me había sacado Edu, pero sigo sin alcanzarle. Creo que sabe que voy detrás, pero ni se gira ni le aviso. Si no me ha visto, prefiero que haga su carrera y no me espere. El paso por el primer kilómetro es muy bueno, 3:32, pero la recta de Mallorca, que hace una subida levísima, se me hace muy larga y tengo la sensación de perder mucho tiempo. Cuando llego a la subida de nuevo (la segunda vez) empiezo a ser consciente de que me queda muy poco, aprieto y alcanzo a Edu, que parece que va justo. En el último giro sigo apretando, es la recta de meta y además en una leve bajada. Me pasa un corredor a menos de cien metros, pero tengo la sensación de ir volando y de no poder acelerar más. Paro el crono en 5:50 con Edu en los talones y jadeando mucho, como todos. El esfuerzo es enorme, y sin embargo en pocos minutos estamos como nuevos, sonrientes y posando de nuevo, con la Sagrada Familia al fondo:


Al final, y después recapitular esos 6  minutos escasos, creo que ha sido una gran experiencia, algo diferente y que creo que nos ha salido bastante bien para la poca preparación que llevábamos. Lo mejor: bajar de 6'; sólo 2 segundos por kilómetro de diferencia entre el primer kilómetro y los 609 metros restantes, lo que quiere decir que hemos controlado bien el ritmo; y 39º de la general y 18º de mi categoría. Lo peor: que Edu no iba fino y no ha podido darlo todo, creo que se ha quedado con la sensación de que puede bajar bastante en esta distancia. En 2017 ya veremos... mi amigo maño creo que ha salido de allí con una espinita clavada y necesitará quitársela el próximo año!!!

Y me queda aún una cosita más que añadir: la de hoy era una MATINAL DE ATLETISMO (con mayúsculas a propósito), una carrera GRATUITA en el centro de Barcelona, con cronometraje con dorsal-chip, con camiseta técnica, dos bebidas en meta y una organización espectacular y milimétrica... Es para felicitar al Esportiu CLAROR, a sus voluntarios y a los patrocinadores por una carrera que lleva más de 30 años y mantiene la esencia de sus inicios, aunando deporte popular con élite, benjamines con seniors... Aunque no tan veterana, poco tiene que envidiar la Milla de la Sagrada Familia a la Jean Bouin...

Así que si alguien se atreve con una distancia tan difícil, es muy, pero que muy recomendable mezclar turistas japoneses, monumentos modernistas y 1.609 metros de feliz agonía!!!

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