No se me ocurriría en este blog hablar de política, ni de crisis...
La política la dejo en la esfera de lo privado, y la crisis... bueno, somos ese afortunado 10% de la población mundial preocupado por la economía, no sólo por sobrevivir... ¡el vaso siempre medio lleno!
Pero en este momento que la sociedad exige a la clase política, me resulta más fácil publicar esta reflexión que me persigue hace años...
¿Cuando corremos, por qué recortamos una carrera?
En las carreras del COR recomendamos a todos "que no recorten".
Hay mil formas de explicarlo...
- Una de ellas tiene que ver con la seguridad.
Cuando corres más o menos en tu límite (da igual a qué ritmo) subir y bajar el bordillo de la acera puede ser suficiente para torcerse un tobillo y que tu carrera acabe ahí. Y quién sabe si algún reto de días posteriores...
Y en este punto de seguridad, hay que añadir, la seguridad de los corredores que yendo por el trazado "real" de la carrera tienen que sortear al "recortador".
- Otro es una cuestión de respeto.
La mayoría corre consigo mismo... Los "elite" no los veréis recortar; quedarían fuera de la carrera.
Pero ¿los corredores populares?
Me cuesta entender que si has recortado una carrera de 10 km a 9'8 (por ejemplo) no te cuestiones al cruzar la meta lo que tu crono dice. Y sobre todo ahora, que tenemos los gadgets con GPS que tenemos y muestran con exactitud la distancia.
Por respeto a Filipides, incluso, los maratones deben medir 42'195 km., los medios maratones 21'097 km y las carreras de 10 km, exactamente 10.000 metros.
- Por último, y sé que quizá es una ida de olla (mil disculpas) por coherencia.
¿De qué modo reclamo que no se hagan trampas en los negocios, en la política, en las relaciones sociales si algo que hago por gusto no lo hago con respeto???
Repito, sé que es una "ida de olla" pero como sabéis en el COR nos preocupa el qué y el cómo.
En las carreras, ¡no recortes!
Los maratones deben medir 42'195 km.,
los medios maratones 21'097 km
y las carreras de 10 km, exactamente 10.000 metros.
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